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martes, 17 de octubre de 2017

LUCAS 11, 37. INSOSTENIBLE

 LUCAS 11, 37 – 41: Cuando Jesús terminó de hablar, un fariseo lo invitó a comer con él; así que entró en la casa y se sentó a la mesa. Pero el fariseo se sorprendió al ver que Jesús no había cumplido con el rito de lavarse antes de comer. —Resulta que ustedes los fariseos —les dijo el Señor—, limpian el vaso y el plato por fuera, pero por dentro están ustedes llenos de codicia y de maldad. ¡Necios! ¿Acaso el que hizo lo de afuera no hizo también lo de adentro? Den más bien a los pobres de lo que está dentro, y así todo quedará limpio para ustedes.


Un conflicto, sea un conflicto bélico o un conflicto político, o uno de parejas, o de ideas… es, en la mayoría de casos, como asistir al choque de dos mundos que no quieren encontrarse. No, ni se trata de legalidad, ni de terror, ni de opresión, ni de legítimas defensas. No hay voluntad de entendimiento, no quieren hablar y, en su camino de intransigencia, terminan minando a los pobres, a los necesitados y a todos los que no pertenecen al amparo del paraguas del poder que, en definitiva, es quien alienta las guerras y los conflictos. Llámenle Cía, Rusia, Arabia Saudita, Maduro, Isis, González, Aznar, Casado, Albiol… Todo un grupo de entidades, gobiernos, lobbys o personas que, como la crítica del evangelio, están por el rito (por su legalidad, sus intereses, sus economías…).

Necios, sí, lo son. Codiciosos, también, claro que sí. Llenos de maldad, en tanto perjudican a las personas, a las sociedades, a las instituciones, al ecosistema y a nuestra Gaia sufriente. Pretenden un mundo de plastilina en que nos exigen lavarnos las manos antes de comer pero en el que no se cuida la comida, que llega contaminada, alterada y tratada, llena de grasas saturadas, azúcares, y cualquier tipo de veneno que tengan a su alcance. Rescatan sus economías con el dinero del narcotráfico para luego mostrarnos cómo incautan, cómo persiguen, cómo se coordinan en la lucha contra la droga. Visten sus políticas de democracia, salvan a sus corruptos, pero condenan al que sufre paro, pobreza energética, o a quienes tienen que vivir con el sueldo que las multinacionales bajan, rebajan y, finalmente, dan como una limosna.

No me vengan con discursos, con verborrea, con promesas. No me vendan elecciones, ni demócratas, ni monarquías, ni repúblicas. No me presenten patriotas, ni gente dentro de la ley porque ustedes cabalgan fuera de ella. No me quieran mostrar ni la impunidad de sus jueces, ni de su policía, ni de sus repartos, ni de sus partidas económicas. No me hagan creer que limpian el vaso por dentro, porque no tienen corazón.

Pobres, necesitados, sufrientes. Sanidad, educación, cultura. Solidaridad, respeto, dignidad, libertad y cuidado. Sostenibilidad. ¿Para cuándo?

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